Masonería en Sevilla – Logia Itálica 107
La Masonería en Sevilla, encarnada por la prestigiosa Respetable Logia Itálica 107, es un fascinante mundo de símbolos, valores y tradiciones que ha atraído la curiosidad de muchos profanos. Si te intriga descubrir más sobre lo que implica ser masón en esta vibrante ciudad, te extendemos una cordial bienvenida.
En nuestra institución, aspiramos a ser el faro de aquellos que buscan respuestas a sus preguntas y desean explorar las inquietudes que los han acercado a nosotros. La Respetable Logia Itálica 107 se erige como un espacio de encuentro y reflexión, donde la libertad es el pilar fundamental. Aquí, dejamos de lado temores y tabúes, permitiendo que cada individuo explore y crezca en su viaje masónico.
En nuestro taller, concebimos la construcción como una metáfora constante de nuestro compromiso. Como masones, trabajamos incansablemente, nunca dando por concluida nuestra labor. Nos encontramos en un continuo camino de progreso, renunciando a detenernos en el trayecto. La posada nunca se vislumbra, pero persistimos, esforzándonos por aportar nuestro grano de arena al Progreso que, como concepto, carece de límites.
La Masonería en Sevilla se destaca por su lema: «Todos diferentes y todos igualmente importantes». Esta premisa refleja la diversidad que abrazamos y la importancia que otorgamos a cada individuo en nuestra comunidad masónica. Explorar la Masonería en Sevilla es sumergirse en una experiencia enriquecedora que va más allá de las palabras. La Respetable Logia Itálica 107 está aquí para guiarte en este viaje de descubrimiento y crecimiento personal.
¡Únete a nosotros y sé parte de esta apasionante travesía masónica en la histórica Sevilla!
La Masonería en Sevilla, encarnada por la prestigiosa Respetable Logia Itálica 107, es un fascinante mundo de símbolos, valores y tradiciones que ha atraído la curiosidad de muchos profanos. Si te intriga descubrir más sobre lo que implica ser masón en esta vibrante ciudad, te extendemos una cordial bienvenida.
En nuestra institución, aspiramos a ser el faro de aquellos que buscan respuestas a sus preguntas y desean explorar las inquietudes que los han acercado a nosotros. La Respetable Logia Itálica 107 se erige como un espacio de encuentro y reflexión, donde la libertad es el pilar fundamental. Aquí, dejamos de lado temores y tabúes, permitiendo que cada individuo explore y crezca en su viaje masónico.
En nuestro taller, concebimos la construcción como una metáfora constante de nuestro compromiso. Como masones, trabajamos incansablemente, nunca dando por concluida nuestra labor. Nos encontramos en un continuo camino de progreso, renunciando a detenernos en el trayecto. La posada nunca se vislumbra, pero persistimos, esforzándonos por aportar nuestro grano de arena al Progreso que, como concepto, carece de límites.
La Masonería en Sevilla se destaca por su lema: «Todos diferentes y todos igualmente importantes». Esta premisa refleja la diversidad que abrazamos y la importancia que otorgamos a cada individuo en nuestra comunidad masónica. Explorar la Masonería en Sevilla es sumergirse en una experiencia enriquecedora que va más allá de las palabras. La Respetable Logia Itálica 107 está aquí para guiarte en este viaje de descubrimiento y crecimiento personal.
¡Únete a nosotros y sé parte de esta apasionante travesía masónica en la histórica Sevilla!
¿Porqué nuestro emblema?
Descubre las razones por las que lo diseñamos así.Porqué el emblema que usamos
El emblema o escudo que diseños para nuestra Logia masonica evoca claramente el rosetón gótico que hay sobre la puerta del Príncipe de la catedral de Sevilla, Lo hacemos para recordar nuestros antecedentes de constructores y trabajadores de la piedra.
¿Porqué Itálica?
Saber más sobre nuestro distintivo como logia.¿Porqué elegimos ese nombre?
Como su propio nombre sugiere, nuestro Taller rinde homenaje a la cultura del mundo clásico latino, cultura desde siempre vinculada a nuestra Orden, de vasto conocimiento y acendrada implantación, en una ciudad que acaso fuera su más acrisolada presencia en Andalucía: Itálica.
¿Cómo somos en Itálica 107?
Aquí te indicamos el perfil de los masones de nuestro taller.Así somos los masones de Itálica
Nos configuramos como un taller heterogéneo, distintas ideologías, creencias, diversas actividades profesionales. Pero todos unidos dando respuesta a interrogantes de nuestro tiempo en debate permanente, libres de pre-juicios y con pensamiento basado en la razón.
Masones en Sevilla, historia de la logia masonica Itálica 107
Los masones de Sevilla se hacen presentes en la ciudad cuando la logia Italica 107 quedó regularmente constituida el 8 de mayo de 1999, según consta en Carta Patente otorgada por la G.·.L.·.E.·., como logia masónica en Sevilla para trabajar y ejercer el Arte de la Masonería en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Al levantamiento de sus columnas contribuyeron hermanos de otras Logias; la Constitución n.º 63 de los valles de Cádiz, Lessing n.º 15 de los valles de Málaga, Phoenix n.º 31 de los valles de Madrid, Sydkorset n.º 23 de los valles de Fuengirola (Málaga) y Giner de los Ríos n.º 30 de los valles de Granada.
Con el paso del tiempo el Taller se va consolidando y la pericia y buen hacer de los nuevos miembros hace que algunos Hermanos fundadores se retiren a sus logias de origen para dejar su lugar a los nuevos francmasones ingresados. A todos ellos nuestro reconocimiento y gratitud.
Tiempos difíciles en los que no tenemos una sede fija. Las tenidas, ágapes y demás actividades se tienen que celebrar en un salón alquilado en los sótanos del Hotel Al-Ándalus Palace, en la Avenida de Jerez.
No obstante los trabajos alcanzan la cadencia apropiada tras los inicios suaves de un Taller que, poco a poco, va tomando fuerza y vigor. Se redactan los Reglamentos Internos de la Logia, se trabaja en los tres grados, se utiliza el Fondo de Beneficencia en labores sociales, y en lo que se puede, de cara al exterior, se organizan cursos sobre Masonería en Sevilla.
!!Vienen los Masones!!
Hijo, ven a ver, vienen los Masones…
¿Quiénes son?
Ellos… los que van caminando de Oriente a Occidente y de Norte a Sur, con los pies firmes en el Universo.
¿Por qué tiembla la tierra a cada paso que dan?
Porque cada uno carga sobre sus espaldas el peso de un Templo erigido a la Verdad.
¿De dónde son?
No tienen fronteras, la tierra es su casa y el cielo es su techo, formando una raza sin color y de todos los colores, pero tienen señales que los hacen diferentes de los demás.
¿Cómo los reconoces?
Llevan el silencio en la boca y el dedo pronto para señalar lo injusto, lo falso y lo hipócrita. Estar entre ellos es estar como en casa, no necesitas máscaras, basta ser tú mismo.
¿Cuántos tipos de Masones existen?
Dos, los que son Luz y los que todavía están en la oscuridad. De estos últimos hay muchos pero de los primeros hay pocos; de estos primeros podemos esperar todo, ya que sus rostros son lisos, no tienen arrugas ni permiten dobleces, no temen nada porque para ser Luz tuvieron que morir para la vida profana para finalmente poder vivir.
Vienen del seno de la tierra para ver la Luz y ser Luz, la misma que ilumina el camino de sus Hermanos.
Todo comienza y todo termina en su interior, en su alma, dejando el capullo como mariposas. Mudaron y dejaron la piel vieja por una nueva que está llena de Luz.
Masonería Operativa en Sevilla
La existencia de la masonería podría dividirse en tres periodos, el primero, en el que la masonería es denominada operativa, que abarca los siglos XIII a XVI, y coincide con la edificación de las grandes catedrales góticas en la que el centro de unión de los colectivos masónicos gravitaba sobre el oficio de la construcción.
Tres Grados de la Masonería
En este periodo cristiano de la edad media se crean a raíz de la referida conquista, corporaciones y cofradías de los distintos oficios que trabajan en la ciudad, entre las que se encuentran la de los Alarifes y albañiles.
Entre las ordenanzas impresas de la Ciudad se halla “El Libro del Peso de los alarifes y Balanza de los menestrales” que por su forma de redacción y el lenguaje que en él se emplea pertenece indudablemente a la época de Alfonso X.. En este libro se recoge que “ a los unos y a los otros (los maestros y oficiales albañiles y carpinteros moros), en felicísima hermandad, se otorga el libro donde se fijan las normas para juzgar pleitos y dirimir contiendas profesionales; se organiza el gremio de los alarifes con sus Alcaldes, que habían de ser hombres de buena fama sabedores de la Geometría; se reglamenta el cometido de los maestros, oficiales y aprendices, y se dictan curiosas reglas de carácter general en lo tocante al ejercicio de dicho arte.” Se prescribía que fuesen personas de gran fidelidad, irreprochable integridad moral e inteligencia. Leamos la introducción del libro que dice así:
«Aquí comiença el libro de los juicios de las frogas, y de las labores nueuas, y de las viejas como se han de fazer, y derribar, y de todos los otros edificios, de qual manera se deuen reparar, y de cómo se han reparar, y mantener el qual libro se dize por ende, Peso de los alarifes. Balanza de los menestrales.
Inspirando a la Masonería Moderna
Se pueden datar estas ordenanzas dentro de la segunda mitad del siglo XIII y aunque no podemos considerarla de la importancia que tuvo “El Manuscrito de Estrasburgo” como inspirador para la masonería moderna, si merece un estudio mas profundo para un futuro trabajo.
Consecuencias para la Construcción de la Catedral
Primero, por un lado supuso repudiar, voluntariamente, los modelos mudéjares y levantar una obra acorde con las tendencias más renovadoras del occidente cristiano, es decir, “el gótico flamígero”. Esta obra debía levantarse sin mestizajes ni impurezas.
Primer Gran Maestro Masón en Sevilla
Consideremos por tanto a Carlí Galtés, maese Carlin como se le conoció aquí, como el primer gran maestro de las obras de la Magna Hispalensis.
Simón de Colonia el último maestro masón
El último gran maestro masón extranjero fue Simón de Colonia entre 1495 y 1498, compartiendo su labor entre las ciudades de Sevilla y burgos, donde tenia importantes obras. Tras él los responsables de las obras catedralicias fueron todos españoles. En cuanto al resto de operarios procedían del norte de la península (vascos y cantabros) así como de Castilla. Resulta curioso como en los cargos de mayor importancia se fueron instalando canteros nacionales. Ello comenzó con el acceso a la dirección de obras de Juan de Hoces y siguió con Pedro de Toledo y Alonso Rodríguez. En dicho taller, progresivamente se fue configurando toda una escuela de cantería donde se formaron grandes profesionales.